viernes, 11 de mayo de 2007

POR QUE DEL NOMBRE

A principios del siglo XX, en una población de La Segarra, comarca de la provincia catalana de Lérida, vivía Alvarito.
Alvarito era un nene alegre, de carita muy blanca y redonda enmarcada por rizos negros que poseía un tesoro: UN TRICICLO.
Cuando por las tardes salía a jugar, andando por las angostas calles del pueblo, imaginaba ser caballero andante, audaz príncipe o valeroso rey que, montado en un caballo, atravesaba campos y ciudades para conquistar tierras, castillos y princesas. Y como los usos y costumbres indicaban había bautizado a su triciclo...perdón, a su caballo, con el nombre de Leoncúpido.
Hoy así como lo hacía Alvarito, mis palabras subirán a este Leóncúpido para iniciar un camino. Atravesarán océanos y continentes y volverán a mí trayendo nuevos colores, formas y sonidos.

No hay comentarios: